Un niño pequeño mira con nostalgia por la ventana durante la pandemia de coronavirus.

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El Impacto en los Niños de la Pandemia de Coronavirus

La clave para limitar los efectos negativos: concientización y acción
La clave para limitar los efectos negativos: concientización y acción  

Dos meses después del inicio de la pandemia, que se ha extendido por nuestro país alterando radicalmente nuestras vidas, aún ignoramos cuál será su impacto en todos los órdenes. Cada vez resulta más plausible que esta llegue a definir las vidas de las generaciones más jóvenes cuyo desarrollo estará marcado por esta experiencia sin precedentes. Algunos estiman que tendrá una significación parecida a la que tuvo la II Guerra Mundial para la población de entonces.

Y eso nos lleva a analizar cómo la pandemia está afectando a nuestros hijos. Así como el trauma de un conflicto global dejó repercusiones de por vida en los niños nacidos durante las décadas de 1940 y 1950, también el coronavirus habrá de impactar probablemente a los niños que están creciendo durante estos años. Su influencia se sentirá de manera diferente en cada uno de los estratos de la sociedad, pero es innegable que afectará la vida de nuestros hijos de manera relevante, tal vez más que cualquier otro acontecimiento global del que sean testigos en lo adelante.

Es muy probable que sufran más los que tienen menos, ya que los mayores daños recaerán seguramente en las poblaciones de bajos ingresos. Así pues, antes de que podamos disminuir dichos perjuicios, tenemos que saber cuáles podrían ser estos.

Impacto más allá de la infección

La ausencia de una escolarización regular será uno de los principales desencadenantes de traumas para la mayoría de los niños, si no para todos. No sabemos por ahora en qué medida la pandemia limitará el aprendizaje y el desarrollo escolar. Con todo, si tomamos como referencia los antecedentes de efectos negativos de huracanes y terremotos, las consecuencias podrían ser enormes. Desde el punto de vista social, el impacto ya se está sintiendo. Muchos de nuestros niños, tanto de la escuela secundaria como de High School, no han podido disfrutar de ceremonias, fiestas y otras celebraciones de graduación que suelen marcar la finalización exitosa del curso escolar. Aunque las Escuelas Públicas del Condado Miami-Dade todavía estudian formas de honrar y celebrar a los recién graduados, la interrupción de esta tradición tendrá una gran repercusión.

Más allá del aspecto social y cultural, el impacto se torna todavía más más significativo cuando se trata de la seguridad alimentaria. El desayuno gratuito para todos los niños de las escuelas públicas de Miami-Dade y el almuerzo gratuito y a precio reducido para niños de bajos ingresos representan una parte importante de la alimentación diaria de nuestros hijos. Sin estas comidas aumenta exponencialmente la probabilidad de que los niños pasen hambre. Hasta la fecha, el sistema escolar ha respondido de manera admirable y llenado los vacíos: más de 1 millón de comidas para llevar han sido servidas desde el 17 de abril. Pero aún queda mucho por hacer.

Considerando que las tres cuartas partes de los 350,000 niños inscritos en las escuelas de Miami-Dade califican para recibir comidas gratis o a precios reducidos, y calculando que reciban al menos una comida al día en la escuela durante un año escolar regular, aún no logramos satisfacer la demanda. Visita Freeschoollunch.info para conocer cuáles son las escuelas que entregan comidas.

Además del peligro de que perdamos la seguridad alimentaria, el coronavirus podría provocar un aumento del abuso infantil, tanto físico como verbal. Aunque desde el inicio de la pandemia ha disminuido la notificación de casos de abuso infantil, ello no necesariamente constituye un signo positivo.

“Lo que estoy viendo es una disminución en las llamadas telefónicas. Eso me asusta”, afirmó a Miami New Times Amanda Altman, CEO de Kristi House. “Probablemente esté ocurriendo un subregistro de incidentes. Así que preveo que, una vez que los niños salgan del confinamiento y vayan a las escuelas, campamentos y consultas de pediatría, tendremos una afluencia de casos de abuso infantil. Kristi House es un centro de defensa infantil de Miami, financiado con fondos fiduciarios, que se enfoca en erradicar el abuso y el tráfico sexual de niños.

Otro subproducto negativo que resulta de la situación actual se relaciona con la atención médica general y dental a los niños. Cerca de 100,000 estudiantes realizaron casi 350,000 visitas a clínicas de salud escolares en 2019 para recibir primeros auxilios, evaluaciones de salud mental y médica, diagnóstico, tratamiento, asesoramiento, exámenes dentales y visuales y vacunas. Comoquiera que las escuelas se encuentran cerradas —no solo ahora sino  tal vez durante algún tiempo del próximo curso escolar—, la atención médica de los hijos podría convertirse en una seria preocupación para los padres.

¿Qué pueden hacer los padres para suavizar el trauma que deja el coronavirus?

Desde luego, no podemos controlar el impacto de la pandemia en el mundo, pero sí podemos hacerlo en el ámbito del hogar y con nuestros propios hijos. Lo primero que debemos entender es que, como en la mayoría de las situaciones, los hijos asimilarán tus señales acerca de cómo comportarse, así que la relación con los padres marcará su comportamiento a largo plazo. “Hay que tener mucho cuidado con el pensamiento catastrófico”, apuntó el doctor Mark Reinecke, psicólogo clínico del Child Mind Institute. “Conviene mantener un sentido de perspectiva, ejercitar un pensamiento que se centre en la solución y equilibrar todo esto con la aceptación consciente”. Es fundamental mantener un diálogo constante con los hijos sobre los temas relacionados con el coronavirus y con cualquier otro tema, y encontrar vías para reducir la sensación de pánico ligada a la pandemia.

La perspectiva es otra herramienta valiosa para combatir los efectos a largo plazo de la crisis. No sabemos por cuánto tiempo la pandemia nos acompañará, por cuánto tiempo estaremos obligados a permanecer en casa, qué sucederá con los recursos, los cheques de estímulo, el desempleo, el trabajo, y tantas cosas. En el caso de los niños, están menos preparados para afrontar la incertidumbre. Una escuela de Miami asignó a los estudiantes un proyecto de “cápsula de tiempo” para dejar asentada la cantidad de tiempo que estos están respetando la indicación de quedarse en casa. Además, se les pidió que escribieran sobre sus sentimientos durante la etapa de confinamiento. El ejercicio permitió a los niños poner por escrito sus experiencias en el marco de la pandemia y también estableció un marco de tiempo para su duración, con el entendimiento de que la situación actual no es permanente sino pasajera.

Si bien los padres son la primera y más importante línea de defensa entre los niños y los efectos negativos del virus a largo plazo, eso no significa que tengan que enfrentar solos este desafío.

StayHome.Miami, el nuevo micrositio web de The Children’s Trust, dedicado exclusivamente a brindar recursos, actividades y otras herramientas para ayudar a los niños y sus familias a superar la crisis actual, agregó recientemente videos de talleres virtuales del Parent Club a su lista de ofertas. El Parent Club se lanzó originalmente en agosto del año pasado y ofreció talleres gratuitos a los padres en todo el condado. Desde el mes pasado es posible acceder a esos talleres en línea y el nuevo módulo StayHome.Miami presenta porciones útiles de esos talleres en formato corto de video.

Los padres también pueden contar con StayHome.Miami para un nuevo módulo "Fútbol para triunfar en casa" con actividades para casa, una variedad de videos dirigidos a niños con discapacidades de Easterseals South Florida y un sinnúmero de recursos.

Mantener a los niños activos, entusiastas y entretenidos son factores importantes para reducir los efectos negativos a largo plazo de la pandemia. Junto con un diálogo honesto pero sensible, los padres pueden hacer un decisivo aporte para asegurarse de que la impresión indeleble de la pandemia en la vida de nuestros hijos no sea más negativa de lo que se supone.