- ¡Detén el desorden de raíz!
Organizar tu casa pudiera requerir todo un pueblo de ayudantes, y responsabilizar a tus hijos por sus habitaciones es el lugar perfecto para comenzar. Poner en orden enseña esa gran lección de valorar lo que es importante - y dejar ir lo que no lo es.
Establece Límites
El organizador profesional (¡y favorito de Oprah Winfrey!) Peter Walsh cree que los límites y las rutinas son elementos fundamentales que hacen posible que los niños crezcan convirtiéndose en adultos responsables, considerados y cuidadosos.El momento perfecto para reducir trastos es cuando el cajón de los juguetes comienza a desbordarse y a los libreros no les queda espacio para nada más. Ayuda a tu hijo a asesorar el espacio que tiene para sus cosas favoritas, y a comenzar a eliminar las cosas que ya no le llaman la atención poniéndolas en dos bultos, uno para donaciones y otro para botar.
Deja que tu hijo elija qué desea guardar en sus cajones para juguetes, ya se traten de cajas, cestas o contenedores codificados en colores. Conversen hasta que le quede claro cómo y cuándo todo debe quedar guardado - sin que tengas que regañarlo. Que tú le dejes saber "el lugar donde viven los juguetes" encierra una importante lección, dice Walsh: "Cuando los contenedores estén llenos de juguetes, antes de que tu hijo pueda añadir uno más, él o ella tendrá que deshacerse de un juguete".
Establecer esta limitación empodera a tu hijo de varias formas, señala Walsh, incluyendo que lo ayudas a desarrollar su habilidad para tomar decisiones y a compartir favores por adelantado con aquellos que son menos afortunados.
Comienza una Rutina
Una vez que los niños se hayan acostumbrado a recoger sus juguetes, los próximos pasos a dar, naturalmente, deberán incluir hacer lo mismo con sus ropas y con la limpieza de su habitación. Vestir la cama antes de irse a la escuela, poner la ropa sucia en el cesto, ordenar sus peluches o muñecas favoritas en los estantes, organizar sus libros y papeles... estas tareas sencillas ayudan a que cultiven respeto por sus pertenencias - y por tu hogar en general."Al trabajar con niños, digo cosas como, '¿Y dónde será el hogar que daremos a esto?' mientras organizo con ellos", dice Maeve Richmond, una consejera organizadora profesional. "Algo que todos escuchábamos cuando crecíamos era 'Guarda eso', lo cual suena tan negativo". En vez de eso, ella sugiere, "Prueba decir '¿Podemos ponerlo donde vive?'" Ese pequeño ajuste en el lenguaje comunica empatía e invita a fomentar confianza.
Diviértanse
Los niños aprenden de lo que ven, no de lo que escuchan, dice Walsh. Si tu propio dormitorio está desordenado, no es realista esperar otra cosa de tu hijo. Pero eso no significa que enseñarle a tu hijo a que ponga las cosas en orden tenga que ser tan aburrido que rechace hasta la idea misma. Acomodar las almohadas y alisar las sábanas y cobijas puede ser una forma divertida de tender la cama. Añade elementos divertidos como estos a otras tareas de poner orden en la habitación para que pasen el tiempo - y los deberes - más rápidamente. Crea emoción en los niños al guardar pelotas y otros juguetes actuando como si jugaran al baloncesto utilizando los contenedores designados.Cuanto más modeles una actitud alegre mientras limpias, ordenas y organizas, más probable será que tus hijos te colaboren y te imiten siguiendo tus pasos.
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