- Cuándo decir la verdad al niño no depende solo de su edad
¿Qué ocurre cuando tu hijo llega a casa lloroso porque un compañero de clase le ha dicho que Papá Noel no existe? ¿Y cómo contestas a un niño de 4 años que desea saber de dónde vienen los bebés? Lo cierto es que lo que están preguntando tus hijos no siempre es tan obvio. Tendrías que trabajar como los detectives para extraerles lo que realmente desean saber.
Qué Hay Detrás de Esas Grandes y Alarmantes Preguntas
Si hubiera una lista de los principales 10 temas más difíciles sobre los que preguntan los niños, "estaría encabezada por sexo, muerte y religión", dice Susan Bartell, Ph.D., psicóloga, consultora y autora de The Top 50 Questions Kids Ask. Pero este tipo de tema no se puede discutir tan fácilmente cuando los niños, especialmente los más pequeños, no poseen la capacidad lingüística para expresar su verdadera inquietud. Con frecuencia, los niños no tienen ni idea de por qué se sienten ansiosos, afirma Allison Edwards, consejero profesional licenciado y autor de Why Smart Kids Worry: And What Parents Can Do to Help.Un niño que constantemente pregunta acerca de las citas médicas pudiera estar expresando temores generales acerca de la muerte y el proceso de morir, por ejemplo. Cuando descubres su inquietud subyacente, la mejor – y más sencilla – respuesta es la que reconoce su ansiedad. "Al decirle, 'Lamento que te preocupes tanto por esto. Desearía poder ayudarte', estableces tu conexión y apoyo para con el niño, sin hacerle promesas sobre algo que tú no tienes ningún control", dice Edwards.
Por otro lado, si tu hijo te hace una pregunta directamente sobre la muerte, pudiera estar preocupado por uno de sus abuelos – o lo que es peor, por ti – que tú pudieras fallecer. "No respondas de forma general", aconseja Bartell. "En vez de eso, responde en relación con su vida. Trata de ver el mundo a través del lente de sus ojos para comprender lo que de verdad está preguntando". Frecuentemente, lo que en realidad desean saber los niños es el impacto que eso tendría en ellos.
Separa la Fantasía de la Realidad
Cuando los niños hacen esas preguntas difíciles de contestar, parte de la tarea de los padres es ayudar a que los hijos reconozcan la diferencia entre los temores imaginarios y los que son reales. "La ola reciente de fenómenos meteorológicos destructivos ha afectado a miles de familias, y la cobertura constante por los medios de prensa ha jugado con las mentes jóvenes, dejando a los niños aterrorizados, pensando que vendrá un huracán que derribará su casa de un soplo", dice Bartell. "Explica a los niños que ciertas circunstancias son poco frecuentes y excepcionales, y muy improbables de ocurrir. Tienes que darles una perspectiva anclada en la realidad y asegurarles que no tienen que preocuparse".Explora Sus Creencias
Con la Navidad muy cercana, la pregunta "¿Existe Santa Claus, o Papá Noel, o Los Reyes Magos?" probablemente la escuchen los padres en millares de hogares alrededor del mundo. Al igual que otras interrogantes comunes, como "¿Es real el Ratoncito Pérez o el Hada de los Dientes?" y "¿De dónde vienen los bebés?", tu hijo pudiera estarse preguntando muchas cosas, y la principal entre ellas es, "¿Puedo confiar en ti para que me digas la verdad?""Comprende que lo que tu hijo te está pidiendo no es información basada en hechos", explica Bartell. "Así que no tienes que responder con hechos reales. Es más práctico explorar con tu hijo lo que él piensa y lo que desea aceptar como real". Ella recomienda que pongas la interrogante en su cancha, preguntándole "¿Qué crees tú? ¿Qué es lo que tú deseas creer?"
Los niños son listos, señala ella, y muchas veces, no preguntarán acerca de Papá Noel o el Ratoncito Pérez si no desean conocer la respuesta. Si un niño desea continuar creyendo que existen, aunque sus compañeros de clase digan que no, lo importante es que los padres validen lo que sus hijos creen – y que no condenen lo que es real o no es real para ellos. "El asunto es comprender lo que es importante para tu hijo", acentúa Bartell. "Déjales saber que pueden creer en Santa – o incluso en el Hada de los Dientes – todo el tiempo que lo deseen".
Sobrepasa Tu Incomodidad
Llegado el momento de esas preguntas inevitables y que crispan los nervios sobre el sexo, contarle a tu pequeño que una cigüeña deja los bebés en el portal podrá ser, de pronto, más fácil para ti; sin embargo, advierte Bartell, a la larga perjudicas a tu hijo. "La manera en que niño de 4 años comprende lo que es el sexo, es diferente a la manera de uno de 7, y de uno de 12. Por lo tanto, es importante que los padres estén seguros de qué es exactamente lo que el niño está preguntando", dice ella. "Comparte pequeñas dosis de información de cada vez y de forma apropiada según edad. No des demasiada información ni lo sobre-cargues con detalles", añade, "y ve desarrollando la respuesta, nuevamente, de manera gradual y que vaya de acuerdo con su edad".Igual que con toda pregunta difícil o complicada, la mejor respuesta, concluye Bartell, es la que supera la incomodidad o vergüenza del momento y contesta la pregunta de tu hijo de forma que lo ayudes a crecer y a desarrollarse como una persona saludable. "Parte de lo que ayuda a madurar a los niños es tener la capacidad de resistirse a creer lo que otros niños les digan", dice Bartell, "y de analizar lo que ellos creen y lo que para ellos resulta importante".
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