Frustrated young brother and sister doing homework

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Cómo Evitar Atrasarse en los Deberes Escolares

Salir adelante o atrasarse – las herramientas correctas lo determinarán
Salir adelante o atrasarse – las herramientas correctas lo determinarán 

No es poco común que los chicos pierdan impulso y se atrasen en las tareas escolares, así que, si tu hijo está teniendo dificultades, no te desesperes. Intervenir a tiempo pudiera encaminarlo – tanto en cuanto a su interés por la escuela como por sus notas – y conducirlo hacia el éxito en el aula.

¿Por qué es que algunos niños realizan sus deberes sin problemas cuando otros se estancan? No siempre es por falta de esfuerzo. Incluso los más brillantes tropiezan con dificultades cuando diversos factores se combinan para crear la tormenta perfecta. Para comprender bien cuándo y por qué los niños se pegan contra esa pared y empiezan a atrasarse, los padres deberán comenzar por “analizar las partes de los deberes, el ambiente en que han de realizarse, y las aptitudes de su hijo”, aconseja Richard Guare, Ph.D., coautor de Smart but Scattered: The Revolutionary “Executive Skills” Approach to Helping Kids Reach Their Potential.

Lograr que tu hijo haga sus deberes escolares no es diferente a lograr que limpie su dormitorio, pues son tareas que exigen las mismas habilidades básicas, dice Guare. La motivación para comenzar el trabajo (¡sin regaños!), una buena dosis de persistencia hasta terminarlo, habilidad para planificar y priorizar, y un firme respeto por la organización – he ahí los cimientos sobre los cuales tus hijos podrán desarrollar una autosuficiencia que podrán aplicar en toda situación, tanto en el hogar como en la escuela y aún más allá. Aquí tienes cómo alentarlos por ese camino:

Mantén el impulso. “Existe una gran diferencia entre ser capaz de realizar una tarea y ser capaz de realizar dicha tarea consistentemente”, anota Guare. Si tu hijo ha manejado bien sus deberes en el pasado, pero ahora comienza a descuidarse, trata de señalarle los pasos que antes dio para triunfar, de esa manera podrá repetirlos. Una técnica que Guare encuentra eficaz para convertir a los que dejan todo para luego en más diligentes es asignar una valoración del 1 al 10 a cada tarea según dificultad. “Tu hijo luego podrá decidir el orden en que realizará los proyectos basándose en dicha valoración”, explica él. Y, añade Guare, quizás debas animarlo a programar cortos descansos al hacer tareas con valoraciones más altas, o alternar entre tareas fáciles y difíciles.

Dales una mano. No obstante, al hacerlo, “siempre coloca a tus hijos en la función más activa del plan”, aconseja Rebecca Deurlein, Ed.D., autora de Teenagers 101: What a Top Teacher Wishes You Knew About Helping Your Kids Succeed. “Ayúdalos a encontrar los recursos que conducen al triunfo, ya se trate de materiales, una computadora, libros o una visita a la biblioteca”, dice ella. Ayudar a tus hijos a que analicen bien las opciones – por ejemplo, cómo completar los problemas, cómo dar prioridad a los deberes escolares, cómo lograr acabarlo todo – es una manera de ofrecerles tu respaldo mientras que la responsabilidad definitiva va por ellos mismos, dice ella.

Establece y mantén estructura. Además de tu apoyo emocional, los niños necesitan estructura en cuanto a abordar sus tareas – más aún si han perdido la motivación. “Los deberes deben hacerse en el mismo lugar, a la misma hora, todas las noches”, subraya Ellen Braaten, Ph.D., y coautora de Bright Kids Who Can't Keep Up. Si tu hijo tiende a enfrascarse en un proyecto sin estar consciente del tiempo, “ayúdalo a establecer límites adecuados y razonables de tiempo para completar las tareas”, dice ella. Reconocer que no tendrá que permanecer despierto toda la noche pudiera aliviar la ansiedad que conduce, en primer lugar, a procrastinar con las tareas. Y algunas veces, saber que tan solo tendrá que dedicar una cantidad específica de tiempo, en realidad hasta pudiera acelerar el proceso, nos comparte Braaten.

Crea el ambiente adecuado. En cuanto al lugar de hacer deberes, limita las distracciones que puedan impedir la concentración de tu hijo. Crear un lugar tranquilo “puede aumentar la habilidad de tu hijo para enfocarse en el trabajo y terminarlo eficientemente”, dice Guare. Para los niños en edad de escuela elemental, muchos expertos recomiendan la cocina pues allí los padres pueden supervisarlos mientras preparan las comidas. “Los niños pasan más tiempo trabajando cuando alguien los acompaña animándolos y recordándoles que se concentren”, afirma él. Para adolescentes, un lugar asignado para trabajar que ellos mismos elijan (menos la tentación de aparatos electrónicos) deberá organizarse como mejor les convenga. Para facilitar la experiencia de tu hijo al hacer tareas, asegúrate de que haya buena iluminación, una silla cómoda con mesa de trabajo (ambas adecuadas según su estatura), y – para mayor eficiencia – mantén accesibles los suministros y materiales escolares.

Ayúdalos a organizarse. Es fundamental planificar y priorizar para que los niños se mantengan al día con sus tareas. “Ayúdalos a crear un plan de acción tan pronto les asignen deberes”, recomienda Deurlein. Un plan los ayudará a programarse “y a descubrir el placer que da terminar una tarea lo suficientemente temprano como para tener tiempo para mejorarla”. Haz que ellos mantengan su propio calendario donde anotar las fechas de entrega de todos sus deberes, y haz que las cumplan, añade ella. Enseñarles a cómo subdividir una tarea grande en porciones manejables que se puedan hacer a lo largo de varias noches es una forma de enseñarles buenos hábitos de estudio. “Enseña y ánima... pero jamás hagas tú el trabajo por ellos”, dice Deurlein. “Y asegúrate de que ellos sepan cuáles herramientas y recursos están a su disposición, como centros de composición/escritura, tutoriales en línea, líneas de ayuda con tareas, recursos bibliotecarios y tutoría de compañeros”.